Opinión

Catalanes, no más engaño

Catalanes, no más engaño

nov. 4, 2017

“¿Se quiere más autonomía para dar más cancha a los partidos nacionalistas excluyentes en la consecución de sus fines ilegales o más o menos subsidiaridad para gestionar mejor lo público?” El Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria, la sociedad presidida por Fernando del Castillo, miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA, ha publicado un artículo de opinión en el diario Canarias 7 en el que explica que la Sociedad Civil Catalana constitucionalista ha pecado de “falta de compromiso, de admitir que se secuestren las instituciones para estos fines perversos”. Este es el texto completo.  

Ha sido de circo el espectáculo que hemos presenciado en Cataluña durante las últimas semanas. En términos de ética y estética, se me revuelven las tripas de pensar como ha caído tan bajo la política de los independentistas catalanes. El engaño masivo al que han sometido a parte del pueblo es un esperpento. Lo más difícil de comprender es como han confiado tantos catalanes en semejante grupo de patanes, pueblerinos, mentirosos y muñidores que han sido capaces de vender fantasías de un cambio de sistema político utilizando a su antojo, con premeditación recursos públicos de forma ilegal. Apoyándose en las debilidades y tolerancias de un sistema democrático, han intentado imponer ilegalmente a una mayoría de catalanes un nuevo Estado, segregado a la fuerza de otro mayor que es España al que estos últimos consideran también su patria grande.

Se ha constatado con estas últimas manifestaciones el clamor de la mayoría del pueblo catalán a favor de la unidad de España. Por fin se ha llegado a tiempo de frenar una estampida de empresas que abandonaban Cataluña , de reconducir la deriva de un pueblo manejado por este grupo de inconscientes rumbo al abismo. Se han tomado las medidas oportunas por medio de una acertada intervención del Gobierno Central contando con el apoyo de todas las fuerzas vivas democráticas y aplicando escrupulosamente los principios que para este tipo de ocasiones marca nuestra Constitución Española. De agradecimiento ha sido el esfuerzo personal realizado en Cataluña por nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en especial la Guardia Civil y Policía Nacional. Descarada la manipulación a su favor que los independentistas han hecho de los Mozos de Escuadra, cuerpo al que habrá que redireccionar sus fines para que sirvan a todos los catalanes.

Esta experiencia de inestabilidad política, cívica e institucional se debe analizar desde un contexto histórico para evitar de nuevo caer en los mismos errores. La Sociedad Civil Catalana constitucionalista ha pecado de falta de compromiso, de admitir que se secuestren las instituciones para estos fines perversos. De no alertar y propiciar un cambio de rumbo en el momento adecuado, de permitir un desgaste paulatino del sentimiento patriótico mediante un sistema educativo totalmente parcial, demagógico y engañoso basado en un falso pasado histórico y vendiendo expectativas independentistas de un falso futuro.

El daño colateral de este desaguisado con cerca de 2000 empresas fuera de Cataluña y un riesgo de una baja de más del 3% del PIB español lo terminaremos pagando todos los españoles. Otra vez el capricho de unos pocos desalmados que enfoguetan a todo un pueblo con fantasías, un descomunal engaño con devastadoras consecuencias en el empleo y bienestar de muchos catalanes , la mayoría gente noble y sencilla que no se merece este tipo de gobernantes corruptos y embaucadores de semejante farsa. La mayoría de ellos son inmigrantes de raíces superfluas en Cataluña y que lo que realmente quieren es adoctrinar a jóvenes y personas desinformadas para justificar su desarraigo, soberbia y vanidad. Tarde o temprano llega el momento de la justicia que se veía venir. Unos huyen como cobardes en ciernes de aplicarles la euroorden. Otros ya apresados presumen de víctimas de linchamiento político pero afrontan la realidad de una implacable justicia en un Estado de derecho.

Toca un tiempo demasiado corto de reflexión para muchos catalanes antes de las elecciones anticipadas del 21 D. Olviden las fantasías utópicas imposibles de conseguir, metas de otro proceso ilegal que no prosperará nunca en el contexto actual de una Constitución española ya consensuada que requiere tiempo y mesura para su modificación. ¿Se quiere más autonomía para dar más cancha a los partidos nacionalistas excluyentes en la consecución de sus fines ilegales o más o menos subsidiaridad para gestionar mejor lo público? Apuesten por gobernantes honrados como gestores eficaces de un patrimonio público, los que realmente dediquen su tiempo para resolver los problemas reales que preocupan a una sociedad. Descarten a los que invierten en política para medrar y engañar. Piensen en lo más sencillo, en lo que siempre han pensado los catalanes prácticos, en la pela de su bolsillo, en lo que más conviene a Cataluña y a España.

Es inadmisible que prospere una idea ilegal impuesta por una minoría a una mayoría. Una propuesta de secesión de una región como independiente de una nación, cuya competencia para refrendarla no es de los residentes Catalanes sino de todos los españoles. De vergüenza es aspirar a este fin sabiendo que no se cuentan con los medios legales para ello. A tiempo están todos los catalanes en las próximas elecciones de no continuar apostando por un nacionalismo excluyente que solo les conducirá a la miseria , ya está probado.

Los catalanes españoles deben recuperar el testigo del cambio, el retorno al crecimiento económico, la vuelta a la normalidad constitucional, la apuesta por una Cataluña próspera como siempre ha sido modelo de desarrollo, de orden y buen criterio para el resto de España.

No se dejen engañar otra vez. Recojan en positivo la lección aprendida. Valoren y recuperen a los empresarios, a los emprendedores perdidos que crean riqueza y bienestar. Que esta lección sirva también para que mejoren nuestros políticos en honradez, profesionalidad, vocación de servicio público, defender el interés general, en dedicar la mayoría de su tiempo a gestionar eficazmente los recursos públicos y no pensar siempre en términos de rédito político y electoralista, en lo políticamente correcto.

Desde el CIT de Gran Canaria damos ánimos a todos los catalanes, a los que se merecen que se les oiga más que a nadie, a los que creen en una Cataluña grande, fortalecida mediante una unión duradera con su patria común, ¡ España !, patrimonio indivisible de todos los españoles.

 

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