Economía

Manrique de Lara: “Esta crisis es un toque de atención para ser más rigurosos

Manrique de Lara: “Esta crisis es un toque de atención para ser más rigurosos"

mar. 22, 2020

Agustín Manrique de Lara confía en que las empresas retomarán la actividad desde que termine la crisis sanitaria del coronavirus con el mismo empuje que hasta ahora para volver cuanto antes a la normalidad. Lanza la propuesta de un plan de infraestructuras a través de la RIC para dinamizar la actividad y espera que esta situación sirva para no volver atrás en las reformas estructurales que se realizaron tras la recesión de 2008. Ahora pide más realismo a las administraciones públicas.

Lea aquí completa la entrevista realizada por el periodista Rubén Acosta:

¿Cómo está asumiendo el mundo empresarial canario un escenario económico tan complejo e inédito como este?

Se trata de una situación imprevista, esto ha llegado de la noche a la mañana y cuando hay que afrontar este tipo de cosas sin prepararse para ello es cuando se demuestra la madurez de una sociedad y la fortaleza de las estructuras que la sostienen. Todos estamos intentando poner lo máximo para que la marca España se mantenga reforzada porque en las próximas semanas necesitamos acudir a los mercados para captar recursos, se estima entre 50.000 y 60.000 millones de euros, y para eso es fundamental dar credibilidad. Debemos coordinarnos dentro de casa y mostrar lo mejor de nosotros mismos.

¿Qué le transmiten las sectoriales y empresas asociadas a la Confederación? ¿Hay distinción entre las preocupaciones de las grandes empresas y de las medianas con respecto a las pymes y micropymes?

Nunca pensé que me iba a sentir tan orgulloso de representar a los empresarios canarios. La percepción que he tenido en estos días es de solidaridad y compromiso; veo a empresarios innovadores con ganas de arrancar el día después con el máximo esfuerzo para recuperar el tiempo perdido. Creo que tanto pequeños y medianos como grandes están en la misma línea de compromiso total de coordinación con el sector público aportando recursos no solo económicos y materiales, sino también de creatividad en la respuesta a los problemas que están surgiendo. En estos momentos la sociedad se ha dividido en dos bloques: los que trabajan el doble desde que se decretó el estado de alarma y ahí está el sector sanitario, la cadena de producción y distribución agroalimentaria y los servicios básicos para la sociedad, incluido el periodismo porque la información es necesaria. Después está esa parte de la sociedad que está confinada en casa porque no puede ir a sus puestos de trabajo y a ese otro bloque hay que transmitir que no estamos de vacaciones y que tenemos la obligación de entrar en la previsión de qué vamos a hacer cuando ya nos dejen coger el coche y acudir a nuestro trabajo. La sociedad tiene que ser más productiva.

¿La afección de un cierre de actividad de este tipo tiene un impacto desigual en función de si la empresa es grande o es pyme?

La necesidad de músculo económico está en función del tamaño de la empresa. El ser más grande no implica tener más músculo, lo importante es que esté proporcionado al tamaño de la empresa. Nos encontramos con grandes empresas con un músculo financiero adaptado a su tamaño y con pequeñas empresas también. En estos momentos son quizás a las pymes a las que se les presentan más oportunidades frente al futuro de crecimiento por su flexibilidad y capacidad de actuación. Desde luego en estos momentos de crisis vemos quién ha hecho los deberes en las épocas de bonanza porque cuando llegan los momentos de tirar de las reservas tienen que estar dotados con responsabilidad. Ahora nos encontramos con que hay administraciones públicas que no tienen capacidad para hacer frente a esta situación porque han gastado sus recursos en fuegos artificiales en el pasado, y lo mismo ocurre a las familias y empresas. Tenemos muy reciente lo que ocurrió en España entre 2008 y 2013 y no debemos olvidarlo. Esto es un toque de atención para recordar que hay que tener ortodoxia en la gestión de los presupuestos públicos y de los recursos privados.

¿Se saldrá más rápido de esta crisis que de la recesión de 2008?

Salir de la crisis de 2008 exigió reformas estructurales a los países y los que las hicieron más tarde tardaron más en salir como fue el caso de España, pero nadie dejó de hacer las reformas para cambiar la forma de gestionar los recursos públicos y el destino del presupuesto, del gasto y del endeudamiento. Esta crisis no tiene nada que ver con las estructuras ni las leyes porque el golpe ha venido de una crisis sanitaria imprevista y no controlable y creo que de ella se saldrá más rápido porque estamos más preparados. Saldrá más rápido el que sea más creativo y tenga más capacidad de esfuerzo.

¿Cómo están gestionando las empresas todo lo que supone los ERTE, costes fijos, mantenimiento de instalaciones, etcétera?

Ha costado mucho trabajo que el Gobierno de España decretase el cierre de la actividad turística a nivel nacional. Canarias lo pidió desde el minuto uno, no porque los empresarios quisieran cesar la actividad, pero es que ya estaba todo cerrado. El empresario turístico no podía ofrecer la reclusión a los turistas, por eso era necesario el cierre de la actividad. Es fundamental que las administraciones públicas sean rápidas y no sean temerosas para reconocer la realidad. De esta forma se facilita la tramitación de los ERTE y la recuperación del sector cuando retorne la actividad. Ahora tenemos que ser muy rápidos y valientes para enfrentarnos a la realidad porque ya muchos empresarios están pensando en el día después. Ahora el sector hotelero debe aprovechar el tiempo para reformar, rehabilitar y redecorar sus establecimientos.

¿Cree que el paquete de medidas del Gobierno de España debe ir adaptándose y no ser inamovible?

Este paquete de medidas tiene mucho que ver con la interlocución con las organizaciones empresariales y sindicales, que están alineadas desde que se inició la crisis. Ha habido ciertas dificultades, pero se consigue lo fundamental para mantener la fluidez de recursos hacia las empresas y que no falten los recursos necesarios a los ciudadanos.

¿Le parece suficiente lo que está haciendo el Gobierno canario?

Hay que tener en cuenta que estamos sometidos a autoridad única, por lo que las competencias de las comunidades autónomas están muy limitadas. El Gobierno canario está coordinándose con los agentes económicos y sociales para prepararnos para el día después. Ahora hace lo poco que puede hacer, que es prácticamente nada, porque aplazar el IGIC es una medida necesaria, pero suspender seis meses el pago de un impuesto que apenas tendrá recursos con la situación en la que estamos será poco efectivo. Tendrán que haber medidas específicas para Canarias que tendrán mucho que ver con nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF).

¿Qué tipo de medidas plantean vinculadas al régimen especial canario?

Se debería abrir la posibilidad de que se capte deuda pública por parte de la Comunidad Autónoma y los cabildos, permitiendo el 100% de la Reserva para Inversiones (RIC) para que las empresas puedan acceder a esa deuda pública y con esa captación de recursos ejecutemos un auténtico plan Marshall postcrisis, que suponga activar no solo el sector de la construcción sino la inversión en infraestructuras básicas porque el sector turístico no se repondrá cuando acabe la crisis sanitaria, sino cuando lleguen los aviones a las Islas carga- dos de turistas. Ahora existe la posibilidad de que el 50% de la Reserva se materialice en deuda pública, lo que estamos pidiendo es que el Gobierno autorice que se llegue al 100% para juntar los recursos públicos y privados y emprender un ambicioso plan de infraestructuras y recuperación de la actividad económica. Si no se facilita esta captación de recursos se corre el riesgo de que las dotaciones terminen en las arcas del Estado porque se tendrá que pagar el impuesto de sociedades. Queremos que esos fondos se queden en Canarias y sean utilizados por el Gobierno autonómico.

Esta situación pone fuera de juego los presupuestos públicos, las previsiones económicas, los ingresos tributarios, la política fiscal o el control del gasto público ¿Cómo cree que se va a afrontar este reto?

Miremos la parte positiva. Es un toque de atención importante a presupuestos que empezaban a desmantelar las reformas que aproximaban a España a los países desarrollados de nuestro entorno socieconómico. Esto nos lleva a presupuestos sensatos, a que la administración de recursos públicos debe ser muy rigurosa. Vamos a entrar en una etapa de mayor realismo cuando termine todo este proceso.

El mercado laboral canario parte con una serie de desventajas. ¿Se recuperarán los niveles de empleo anteriores y se podrá bajar del 20% de tasa de paro como estaba sucediendo?

El objetivo de la comunidad canaria no puede ser mantenerse por debajo del 20% sino volver a bajar del 10% en cifras de desempleo. No ganamos esta batalla recuperando el empleo que se va a suspender con los expedientes debido a la crisis sanitaria, el éxito lo tendremos si cambiamos nuestras formas de actuar y logramos bajar del 10% en los próximos años porque requiere de crecimiento económico y de más tejido empresarial. No podemos bajar del 10% dañando a nuestro tejido empresarial, la máxima prioridad en estos momentos debe ser facilitar el mejor marco para que las empresas puedan desarrollarse y eso es lo que necesita Canarias en los próximos años.

La batalla del superávit parece que sigue sin estar ganada pese a las reclamaciones de la Comunidad Autónoma...

Canarias tiene que poner todo el esfuerzo encima de la mesa y todos sus argumentos para que sea posible utilizar el superávit presupuestario, que no olvidemos que se ha generado con el sacrificio de las familias y empresas canarias, que hemos renunciado a servicios básicos por los requerimientos de la UE e impuestos por España a todas las comunidades. Hemos apostado por el cumplimiento de la disciplina presupuestaria y ahora debemos tener un trato adecuado con el esfuerzo de los últimos años.

¿La decisión del BCE de inyectar liquidez a los mercados implica que cambiarán los criterios de austeridad y déficit?

Los criterios de déficit y austeridad son correctos para la gestión del dinero público pero hay que ser flexibles con ellos en momentos como este. Esos criterios son necesarios precisamente para poder afrontar crisis como esta porque todo el dinero que pone en marcha el BCE es muy importante, pero esa liquidez no sirve de nada si no llega a las familias y las empresas. Para que eso ocurra tiene que intervenir la banca y, afortunadamente, tenemos una banca sólida y con ratios de solvencia adecuados para llevar a cabo la tarea en la economía con el fin de hacer llegar esos recursos con los criterios que se pacten con el Gobierno.

¿En crisis como esta el sector privado está coordinado con el público, como por ejemplo es el caso de la sanidad privada?

Canarias tiene un sector sanitario equiparable al de cualquier región de Europa fruto de la iniciativa del sector privado. Me consta que el sector sanitario se ha puesto a disposición de la sanidad pública desde el primer momento. Los recursos privados se han puesto al servicio para que los utilicen en unir esfuerzos y que haya una sanidad única para afrontar esta situación. Es verdad que ha existido una cierta descoordinación inicial que desaparecerá en los próximos días porque el Gobierno de Canarias ha tomado la decisión de tener una firme coordinación entre ambos. No podemos permitirnos diferencias y discusiones cuando están en juego vidas humanas.

¿Es ahora entonces cuando van a empezar a trabajar juntos?

Sí. Quizá se pensaba que con solo los recursos públicos eran capaces de afrontar la crisis sanitaria, pero la experiencia y la evolución de la epidemia aconsejan que se unan todos para afrontar lo que está por llegar. También está disponible la planta hotelera para complementar los usos sanitarios porque los empresarios la van a ceder.