El Boletín Oficial de Canarias publicó el pasado día 31 la Ley 11/2015 de Presupuestos Generales de Canarias. Su disposición adicional primera recogía un compromiso largamente esperado: la bonificación del 99,9% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones para todas aquellas personas recogidas en los llamados grupos I y II, es decir, descendientes y adoptados menores de 21 años y descendientes y adoptados de 21 o más años, cónyuges, ascendientes y adoptantes.
Este fue un compromiso que estaba recogido en el programa electoral de Coalición Canaria y que el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, recogió en su discurso de investidura a principios de julio. Un compromiso que el actual Ejecutivo ha cumplido pese al techo de gasto que impone el Ministerio de Administraciones Públicas.
El gravamen sobre las sucesiones y donaciones permitió ingresar 79 millones de euros en las arcas autonómicas durante el año 2014, según los datos ofrecidos en abril de este año. Hasta ahora, si un soltero de 30 años residente en Canarias recibiera una herencia de 800.000 euros, tendría que pagar 134.234 euros. Esta realidad ha llevado a que las renuncias sobre el total de herencias estén en un 10,2%, frente al 3,1% que suponían en 2007
Los beneficios de este injusto impuesto (cobra activos ya tasados) van más allá. La introducción de la bonificación permitirá que residentes isleños con elevado patrimonio y una edad avanzada dejarán de cambiar su lugar de residencia a otras comunidades, como Madrid, donde el impuesto de Sucesiones está bonificado al 100%y por tanto, no entraña ningún gasto para sus herederos percibir su legado una vez fallecido.
